Rob Malda, apodado Comandante Taco, es un joven universitario de Holland (Michigan), que vivía con unos amigos en una casa de alquiler que llamaron Geek House One. Una localidad a penas conocida por sus festivales anuales de tulipanes, que ha pasado a conocerse como la cuna de SlashDot.
SlashDot comenzó como un boletín local donde Rob Malda y sus amigos discutían noticias, rumores sobre la guerra de las galaxias, videojuegos y otros chismorreos intrascendentes.
Voy a transcribir gran parte del texto del libro Sistemas emergentes abreviando cuando lo crea conveniente y evitando los comentarios sobre la temática del libro que estarían fuera de contexto.
La primera idea de Malda fue la de crear una élite dentro de SlashDot: veinticinco guerreros contra la basura escogidos por él filtrarían material generado por la comunidad, eliminando los correos irrelevantes, y ofensivos. Malda otorgó a a sus lugartenientes un recurso fundamental: podían asignar a otros colaboradores una puntuació de menos uno a cinco. Esto hacía posible recorrer SlashDot con un filtro de calidad y pedir al software muéstame solo los superiores a 3. Este recurso otorgó a los lugartenientes una función positiva y otra negativa. Podían destacar el manterial bueno y retribuir a los usuarios que fueran miembros productivos de la comunidad. Sin embargo, SlashDot creció tan rápido que pronto escapó del control de la élite, y Malda volvió a diseñar una nueva solución. Esto sólo podía haber ocurrido en la Web. Un universiatrio de venitidós años con un par de amigos, crean un espacio íntimo online para sus amigos, y en un año ciencuenta mil personas al día participan con sus opiniones, sin nada parecido a una infrastructura de negocios y menos áun a una oficina. Malda necesitó mucho más que sus veinticinco lugartenientes para evitar que la comunidad de Slashdot cayera en una completa anarquía.
Malda estableció con acierto las siguientes cuatro premisas:
* Promover la calidad, y desalentar la basura
* Hacerlo tan legible como sea posible para tantas personas como sea posible.
* No necesitar ninguna cantidad de tiempo excesiva de ningún moderador.
* No permitir que ningun moderador consiga un espacio donde resulte dominante.
Malda ideó -según cuenta él a base de prueba y fallo- un ingenioso sistema que sigue funcionado perfectamente aún cuando alcanza miles de visitas diarias.
Funciona de la manera siguiente: si se ha estado durante unas cuantas sesiones como usuario registrado, el sistema envía en algún momento una alerta informando que se ha otorgado estatus de moderador (no es tan distinto de una citación judicial que llega por correo) como en la analogía legal los moderadores solo sirven para un lapso de tiempo determinado, y durante este lapso tienen el poder de calificar las contribuciones de otros usuarios en una escala de -1 a 5. Pero ese poder disminuye con el uso: cada moderador tiene una cantidad limitada de puntos que puede usar para calificar las contribuciones. Una vez distribuidos esos puntos, el puesto de moderador expira. Esas calificaciones convergen en lo que Malda llamó karma: Si nuestras contribuciones como usuarios son bien calificadas por los moderadores, acumulamos karma en el sistema. Lo cual nos otorga privilegios adicionales. Los correos que llegan a continuación comienzan con una calificación superior a la general, y somos más proclives a que nos elijan moderadores en las sesiones sucesivas. Este último privilegio ejemplifica la metaretroalimentación en acción, la serpiente de califiaciones que se muerde la cola: los moderadores califican los correos y esas calificaciones se usan para seleccionar los futuros moderadores. El sistema de Malda no solo alentaba la calidad de los envíos al sitio; generaba también un entorno donde los líderes de la comunidad podrían salir a la luz. Ese surgimiento estaba codificado específicamente en el software. La acumulación de carma en SlashDot no significaba una metáfora para ganar la confianza implícita de la comunidad de SlashDot; era un número cuantificable. El karma tenía un lugar en la base de datos. El sistema de puntos de Malda recuerda la puntuación de Dragones y Mazmorras, y otros clásicos de los juegos de rol. (El hecho de que la población de SlashDot dominara el lenguaje de los juegos de rol contribuyó mucho, sin duda, a la rápida adopción del sistema de calificaciones). Pero Malda había hecho algo mucho más ambicioso que trasladar las convenciones de juego al espacio de la comunidad, había creado un tipo de moneda, un sistema de precios para ciudadano online. Como aseguró que los puntos se tradujeran en privilegios especiales, les otorgó un valor. Como hizo de los poderes del moderador bienes funjibles, introdujo el concepto de escasez. Con una sola de las dos cosas, la moneda no tiene valor; con ambas combinadas se obtiene un standard para la participación comunitaria en la formación de precios que realmente funciona.
Bibliografía
Sistemas emergentes Steven Johnson