Hace poco cometimos un error. Estuvimos observando lo que creíamos hacian las organizaciones Lean, leimos libros y asumimos que Lean se trataba de aplicar las cosas que vimos y leimos. Invertimos tiempo en presentar sistemas pull, procesos Kanban y just-a-tiempo, y por un período obtuvimos mejores resultados. Sin embargo, nunca logramos los resultados sobresalientes que esperábamos, y cuando nos descuidamos todo volvió a cómo se hacían las cosas antes. ¿Por qué?
Ahora que vemos lo ocurrido nos damos cuenta del error. Hay una filosofía más profunda y menos tangible dentro de Lean que se enfoca en las personas, los sistemas en las que trabajan y el comportamiento que estos sistemas fomentan. Esta filosofía es mucho, mucho más difícil de comprender, enseñar y fomentar que las herramientas y prácticas.
Deming comprendió que los líderes y gerentes tienen el rol de crear el sistema correcto para las personas. Lo dijo muy claramente: "un mal proceso siempre le gana a una buena persona". Los líderes tienen que dar un "salto de fe" para crear sistemas nuevos donde las personas puedan determinar el proceso.
El error que cometimos es que nos olvidamos de la filosofía de fondo. Nos enfocamos en las herramientas, y cuando esto no funcionó intentamos más duro para asegurar el uso de estas herramientas. ¡Que irónico! Pasamos por la "Era de las Herramientas" y salimos del otro lado comprendiendo el desafío que enfrentábamos.
Hoy en día Lean es un tema muy hablado. ¡Fantástico! Es la dirección correcta a la que tiene que ir IT. ¿El desafío? Muchas de las presentaciones de hoy en día hacen foco en herramientas y prácticas, como los sistemas Kanban, reportes A3 y justo-a-tiempo. Los vamos a aplicar y obtendremos resultados a corto plazo, pero no vamos los resultados sobresalientes que esperábamos. Y es entonces cuando nos enfrentaremos con una elección. Podemos intentar más duro en seguir haciendo las mismas cosas, podemos abandonar Lean y tacharlo como otro fracaso de IT, o podemos continuar en nuestro viaje de aprendizaje. Espero que estemos en ese punto del viaje donde nos podamos dar cuenta que debemos cambiar la estructura de IT, la forma en la que incentivamos a las personas y las cosas que medimos. Pero, quizás todavía no estemos ahí.
¡Bienvenidos a la Era de las Herramientas! ¿Hacía dónde seguimos?