Todos apuntamos a ser más productivos, a gestionar mejor nuestro tiempo y hacer más en menos tiempo. Sin embargo, intentar ser más productivos a menudo nos lleva a tener una vida con más estrés, más agotamiento físico y mental. ¿Qué podemos hacer para ser productivos, eficientes, felices y estar relajados, todo a la vez? Creo que una de las cosas más importantes para quienes deseen lograr este balance es dejar de perseguir la productividad a corto plazo y enfocarse en la productividad a largo plazo. Al principio puede resultar dificil, pero a la larga bien vale la pena el intento.
¿Qué es la productividad a corto y largo plazo?
La productividad a corto plazo es nuestra habilidad para alcanzar y mantener altos niveles de productividad durante períodos cortos de tiempo, generalmente días, semanas y meses. Lo podemos comparar a una carrera de velocidad.
La productividad a largo plazo es nuestra habilidad para alcanzar y mantener altos niveles de productividad durante períodos largos de tiempo, generalmente meses, años y décadas. Lo podemos comperar con correr una maratón.
¿Cuál se el problema de enfocarse en la productividad a corto plazo?
Existe una enorme presión social para enfocarnos a la productividad a corto plazo. Imaginen por un instante a dos personas trabajando en lo mismo. Una de ellas llega al trabajo más temprano, se va más tarde, adelanta trabajo durante el fin de semana, y cambia un buen almuerzo por un sandwich y una coca en el escritorio para ahorrar algo de tiempo, y duerme seis horas por día. La otra persona llega al trabajo a horario, se retira a horario, no hace nada relacionado al trabajo durante el fin de semana, se toma el tiempo para un buen desayuno y un buen almuerzo, y duerme al menos ocho horas diarias. ¿Cuál de ambas personas se la consideraría una "persona trabajadora"? Exacto. Por lo tanto, no debería sorprendernos que tantas personas elijan a la productividad a corto plazo por sobre la productividad a largo plazo, sin ni siquiera preguntarse porqué. Sin embargo, una vez que empezamos a analizar las consecuencias a largo plazo de esta elección, resulta que podría no ser tan buena después de todo.
Al adicto al trabajo del ejemplo anterior le puede ir bien por un tiempo. Incluso le puede ir bien por varios años o una década. El problema es que no se da cuenta que se está agotando tanto mental como físicamente. Mientras somos jóvenes, nuestro cuerpo recarga sus energías muy rápido, y seguimos presionando y presionando creyendo que vamos a estar bien, mientras todo el estrés, las comidas salteadas y el sueño perdido se acumula silenciosamente (y eso sin tener en cuenta las ingestas de alcohol, nicotina y cafeina). A medida que envejecemos, nuestro cuerpo no se recupera tan rápido, y todas estas cosas acumuladas salen a la superficie, generalmente muy rápido. Un adicto al trabajo puede estar bien por diez años, pero una vez que su cuerpo no pueda mantener el ritmo ocurrirá el colapso, en general como una enfermedad física o mental. Seguro que fue muy productivo por unos años y hasta puede haber logrado una pila de dinero, ¿pero cuál es el sentido de tener un Lamborghini si no podemos conducirlo por estar enfermos? ¿Y cuál es el sentido de ser productivo por unos años si eso nos lleva a una pérdida masiva de productividad por las siguientes décadas? Esta suele ser la parte que muchas personas se olvidan de evaluar cuando están obsesionadas por sus carreras.
Por otro lado, es posible que la segunda persona del ejemplo no consiga un ascenso tan rápido, pero es la persona que ganará la carrera en el largo plazo, asumiendo que su estilo de vida sea una decisión consciente, y no un signo de pereza o falta de ambición. Mientras todos a su alrededor se saltan el almuerzo, sacrifican fines de semana y horas de sueño, esta persona se está cuidando a si misma... y esto también tiene consecuencias. Una vez que sus colegas tengan colapsos y problemas de salud, él seguira bien con el mismo ritmo constante que tuvo durante los años (mientras que el otro grupo no podrá mantener su ritmo y le echará la culpa a estar más viejos). Esta persona quizás haya perdida en términos de productividad a corto plazo, pero podrá ser altamente productivo en las siguientes décadas. Cuando lo vemos así, ¿quién está ahora más comprometido con su productividad?.
¿Nos parece una buena estrategia correr rápido durante una maratón? Probablemente no, ¿verdad? Este es el problema de enfocarse hacia la productividad a corto plazo. Las personas quieren resultados rápido, y no se dan cuenta que se están afectando a si mismas en el largo plazo. La vida no es una carrera. Es una maratón. Parecería entonces más inteligente usar la estrategia de la maratón, no?
La salud y la productividad a largo plazo
Nuestra salud es uno de los factores más importantes cuando hablamos de productividad. Las personas a menudo se lo olvidan, y creen que la productividad trata sobre procesar cosas lo más rápido posible y que no está relacionado con otros aspectos de nuestra vida. ¿Saben qué? Cuando nuestra salud es un desastre, no vamos a poder procesar nada rápido, ni vamos a poder establecer prioridades sensatas ni tomar buenas decisiones. No podemos ser realmente productivos sin una buena salud.
Las cosas como saltear comidas, comer porquerías o sacrificar horas de sueño no indican que estemos comprometidos, indica que estamos siendo estúpidos. Beber en exceso no nos transforma en alguien más copado, nos transforma en alchólicos. Y el cigarrilo no necesita explicación, porque más allá de la nicotina, significa que estamos pagando dinero para matarnos con lentidud y seguridad. Ninguno de estos hábitos es compatible con la productividad a largo plazo. Lo siento, alguien tenía que decirlo.
Averiguen más sobre cómo llevar un estilo de vida más saludable y comiencen a realizar pequeños cambios, pero constantes, en esta dirección. Para algunas personas quizás resultes "raro", pero vale la pena a futuro. El tiempo que invertimos en adquirir hábitos sanos es tiempo bien invertido. Ignoremos a quienes nos quieren llevar en una dirección opuesta.
Los negocios y la productividad a largo plazo
Todos queremos hacer dinero lo más rápido posible - es normal. Sin embargo, esto hace que algunas personas se desvien y terminen gastando años participando en distitnas estas del estilo "Hacete Rico Rápido", nunca llegando a generar una fuente sustentable de ingresos. Que no sea tu historia.
Lo importante es darnos cuenta que en los negocios lo importante en la sustentabilidad, y no unos cuantos dólares rápido. Muchas personas hacen todo tipo de cosas para intentar hacer dinero sin brindar un valor equivalente de retorno. Puede parecer genial en períodos cortos de tiempo, pero es un negocio suicida a largo plazo. Se puede engañar una vez, pero la persona engañada nunca más vuelve. Por otro lado, cuando nos tomamos nuestro tiempo para crear un producto o servicio geniales y lo vendemos a un precio justo, las personas no solo van a volver (o comprar más productos), sino que le van a decir a sus amigos y conocidos. Así funciona un negocio sustentable.
En realidad no importa si tu negocio despega en uno o en cinco años, ya que el tiempo igualmente va a pasar. Lo que importa es que despegue. Podemos perder tiempo en los esquemas "Hacete Rico Rápido" engañando a las personas en hacer cosas oscuras, o podemos graduarnos del jardín y empezar a construir un negocio real y sustentable. La única diferencia entre ambos enfoques es que después de cinco años uno nos llevará a ningún lado y el otro nos hará sentirnos dueños orgullosos de nuestro emprendimiento. Es nuestra decisión.
Las relaciones y la productividad a largo plazo
Me encantan los valores individualistas, pero la verdad es que no podemos lograr algo realmente impresionante por nuestra cuenta solos. Mientras vivamos en sociedad, necesitamos de otras personas, ya sea nuetra pareja, amigos, clientes, socios, etc. Conocer a la persona adecudada nos va a abrir varias puertas y ahorrar mucho dinero o incluso años de trabajo. Eso si es productivo, no?
El problema es que muchas personas se enfocan en construir relaciones pobres, o de ganar-perder. Es facil tener muchos amigos falsos y creerse muy popular; sin embargo, esto nos podría llevar a una desilución importante cuando realmente necesitamos ayuda (y a nadie le interese). También es facil caer en una relación ganar-perder donde nosotros ganamos y la otra persona pierde; el problema es que las personas se van a cansar rápido y entonces, ¿qué haremos?
A largo plazo, resulta mucho mejor que nos enfoquemos en construir amistades reales y relaciones mutuamente benéficas. Podría darnos mucho trabajo, especialmente si nuestras habilidades sociales no son muy buenas o si tenemos el hábito de trabajar a las personas de manera grosera o arrogante, pero vale la pena al final. También requiere de un esfuerzo de nuestro lado, porque para construir buenas relaciones tendremos que aprender a ayudar a las personas sin esperar nada a cambio. Es como plantar flores. No esperamos que las flores aparezcan un minuto después de plantar la semilla. Sabemos que para que la semilla crezca en una flor necesitamos de tiempo y cuidado. Lo mismo pasa con las relaciones. Lleva tiempo y esfuerzo crear relaciones, pero una vez que las creamos nos pueden traer muchos beneficios. Las buenas relaciones nos ayudan también a nuestra felicidad general.
Productivdad a largo plazo vs. Productividad a corto plazo: nuestra decisión
La verdad es que no podemos tener la productividad a corto plazo y a largo plazo a la vez. Cuando nos enfocamos en la productividad a largo plazo, la productividad a corto plazo va a sufrir, y viceversa. Tenemos que tomar una decisión y elegir alguna. Obviamente recomiendo la productividad a largo plazo, pero mejor piensen por ustedes mismos. Analicen los efectos a largo plazo que tienen las acciones en su vida. Luego, elijan aquellas acciones que más les gusten y dejen aquellas donde no les gusta la consecuencia. Parece simple, pero muchos nunca se sientan a pensar qué están haciendo con sus vidas. No sean como ellos, no sigan al rebaño. Tomen sus propias decisiones.