El resultado del trabajo de un equipo está directamente relacionado con el comportamiento y las actitudes de cada miembro del equipo durante el desarrollo del proyecto. Con el fin de ganar más madurez después de cada iteración, mejorando continuamente los procesos de estimación y la calidad de las entregas, es preciso estar inserto en un ambiente colaborativo, flexible y, sobre todo, auto-organizado, que consiga despertar la proactividad y responsabilidad dentro del equipo.
La auto-gestión es sin duda un gran desafío. Desde que nacemos, nos acostumbramos a las relaciones de comando y control, con nuestros padres y maestros no asumiendo la mayor parte del tiempo una gran responsabilidad. Con el tiempo y al entrar en el mercado laboral, el miedo al fracaso y a errar es un incentivo para permanecer en esa zona de confort, confiando y dependiendo de otras personas la gestión de nuestras acciones y responsabilidad de nuestros resultados. Se necesita tener coraje y fuerza de voluntad para superar el miedo y vencer el desafío de la exposición, asumiendo los riesgos de un comportamiento pro-activo e innovador.
Pero antes de tratar de cambiar el comportamiento de las personas, es preciso tratar los vicios de las arquitecturas de organización verticales, burocráticas y sin foco en el cliente. Pensando en el liderazgo de servicio, es esencial la adopción de un modelo de gestión más flexible y colaborativo. Al estimular la participación del equipo, en sustitución de la figura del gerente por la de un líder, la preocupación ya no es en determinar cómo, cuándo y en qué orden pre-determinado cada persona debe actuar en el proceso productivo y pasa a ser en como trazar objetivos claros, remover bloqueos y cuidar que las interferencias externas no afecten el trabajo del equipo.
La utilización de especificaciones detalladas crea una relación de dependencia con el área de negocios, disminuyendo la comunicación y colaboración dentro del equipo de desarrollo. Combinado con la imposición de estimaciones, ofrece un ambiente altamente robotizado, insustentable y con alta tasa de rotación debido a la falta de motivación.
Es esencial tener un objetivo para motivar a las personas a pensar. Hacer que el producto evolucione con más calidad exige que se intensifique la comunicación involucrando al cliente en el proceso de desarrollo, dándole la oportunidad de confrontar sus ideas, razonando acerca de cómo cada funcionalidad se encaja dentro del producto y si realmente es importante para generar el valor requerido para su negocio y aumentar su nivel de satisfacción.
Crear ambientes multidisciplinarios ayuda a reducir los silos, convergiendo todo el potencial productivo de las personas de diferentes áreas de conocimiento de forma sincronizada y asertiva. La mezcla de una arquitectura organizacional de servicios y focalizada en las expectativas del cliente con un equipo multidisciplinario guiada por objetivos claros, auto-organizada y sincronizada proporciona un ambiente ideal.
Los beneficios son:
- Mejor comunicación interna y agilidad en la toma de decisiones.
- Foco de los gestores en la estrategia de la empresa, dejando las decisiones importantes de los proyectos para los equipos.
- Aumento de la satisfacción de los empleados en un ambiente mejor para trabajar.
- Surgimiento de líderes haciendo que la empresa pueda asumir nuevos proyectos.
- Calidad y confiabilidad en las entregas aumentando el grado de satisfacción del cliente.
- Aumento en la participación del mercado y rentabilidad de la empresa.