Navegando por ahí me encontré con el slogan de una empresa de consultaría y software ágil que decía: "¿Todavía está trabajando con pizarrones, hojas de cálculo y software desactualizado?".
¡Eficiencia! ¡Velocidad! ¡Última tecnología! ¿No se supone que siempre estamos detrás de todo esto? De hecho, no siempre. Es cierto, nuestro equipo mantiene hábitos primitivos, usa tecnología "obsoleta", pizarras de corcho, notas adhesivas, planifica con sesiones de Planificación de Poker usando cartas reales. Incluso armamos a mano los gráficos de burndown, con lápiz y papel. Y tenemos motivos para hacerlo así.
No me malinterpreten - las herramientas modernas y eficientes son útiles. ¡La empresa para la que trabajo hace dinero vendiendo estas herramientas! Pero es importante recordar que no lo son todo, y no siempre resultan apropiadas. Hay que usarlas como herramientas, y no como una panacea. Hay cosas más importantes para el equipo y para el éxito del proyecto que el uso de software bonito.
La calidad del equipo y la capacidad de sus miembros es mucho más importante que la eficiencia de sus procesos - no hay nada revelador aquí, este hecho ya fue documentado en varios libros clásicos de administración de equipos (por ejemplo, "Good To Great", de Jim Collins). Y los rituales "antiguos" son cruciales para mantener el espíritu y la identidad del equipo. Esto es así porque las personas se unen a través de estos rituales, se sienten seguras y comfortables si pueden dedicar una parte del día a repetir viejos hábitos. Cualquier equipo va a integrarse mejor si tiene hábitos en común que les importe repetir todos los días, como equipo. Las ceremonias y los rituales son muy importantes - y no hay ningún motivo para que estos rituales sean totalmente eficientes. Su propósito no es ser eficiente.
Diría que gran parte del éxito de las metodologías ágiles, como Scrum, es que ofrecen una buena cantidad de ceremonias para elegir: reuniones diarias de parado, planifficación de poker, retrospectivas, etc. Todos los objetivos de estas actividades se pueden lograr con otros medios. La diferencia es que la forma en que las plantea Scrum las hace atractiva para las personas - hace que quieran trabajar como equipo.
Por ejemplo, la planificación de poker es un nombre bonito para el método de planificación Wideband Delphi: conocido por décadas, y utilizado con bastante éxito para planificar. Y aburrido. Pero se le agrega la palabra "poker", se tiran unas cartas en la mesa, se crean reglas de juego simples, y de pronto una sesión de planificación tediosa se vuelve algo atractivo! Sería un error quitarle las cartas al equipo y deshumanizar el proceso con algun formulario computarizado para completar. Eso NO sería divertido. El equipo lo va a odiar.
Lo mismo ocurre con los tableros de Scrum y las notas adhesivas con historias. La ceremonia de la reunión diaria, en donde cada miembro despega y vuelva a pegar una historia en alguna columna del tablero, es como una "plegaria matutina" para el equipo. Esperan estar ahí todos los días durante 15 minutos, en ronda, a las 10 de la mañana puntual. No hay computadoras, ni lucecitas con indicadores, ni formularios web - es un ritual de equipo. Hay que dedicarle tiempo a esta actividad y resistir las ganas de hacerlo "eficiente", de no "perder el tiempo". De hecho, hay que hacer lo opuesto - mantener los pequeños problemas, las pequeñas ineficiencias. Los papelitos se caen, hay que pegarlos bien. La línea del gráfico de avance está torcida. Hay tachaduras y enmiendas. En nuestro caso, el ScrumMaster tiene que actualizar un JIRA basándose en el estado del tablero con papeles pegados a una pizarra de corcho (si, los rituales pueden estar soportados por alguna herramienta más moderna). Claro que esto lleva tiempo, ¿y qué? Es un precio muy pequeño por todas las ventajas de los rituales.
Hay muchas otras cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, un equipo que conozco tiene un "pin de la vergüenza", el cual lo debe usar durante todo un día aquel que rompa la integración continua. Otro equipo usa una pelota de rugby para "dar voz" a cada miembro durante la reunión diaria. Y se pueden inventar muchos rituales más. Una ceremonia reciente del equipo es jugar al metegol por 15 minutos todos los días después del almuerzo. ¿Una pérdida de tiempo? No, no es así. La palabra apropiada es "inversión". El equipo se integra mucho más si encuentra algo en lo que puedan cooperar - cualquier cosa, en un entorno divertido.
Y al final del día, manteniniendo estos rituales primitivos y lentos, se va a terminar con un equipo mejor integrado, más eficiente y motivado.