El sistema SMART de objetivos es un método muy conocido para establecer objetivos de cualquier tipo, tanto de negocio como personales. Sin embargo, a este sistema le faltan dos aspectos imperativos para lograr buenos objetivos personales para que realmente tengamos éxito al cumplirlos.
Repasemos lo que es un objetivo SMART, y luego le agregaremos dos aspectos adicionales.
Los objetivos SMART
Las siglas SMART ("inteligente" en inglés) son las iniciales de las características básicas que tiene que tener un objetivo. Existen distintas definiciones de SMART, aunque todas apuntan a los mismos conceptos. Entonces, un objetivo SMART se refiere a aquel que es:
- Específico (Specific)
- Medible (Measurable)
- Orientado a la acción (Action oriented)
- Realista (Realistic)
- Acotado en el tiempo (Timebound)
Un objetivo debe ser Específico
¿Qué es lo que queremos lograr? ¿Otra persona podría leer el objetivo y entender lo que queremos hacer? Si no, entonces es probable que no estemos siendo lo suficientemente específicos, y no logremos llegar a buen puerto. Y si a nuestro objetivo ni siquiera lo podemos expresar por escrito, es un buen momento para sentarnos, tomar lápiz y papel, y empezar a prestar más atención a nuestros deseos.
Un objetivo debe ser Medible
¿Podemos medir al objetivo? Si no podemos, ¿cómo vamos a saber si lo logramos? Si queremos ganar cierta cantidad de dinero, podemos mirar el resumen del banco. Si queremos tener 5000 visitas diarias en nuestro blog podemos revisar las estadísticas. Si queremos juntar 100 bolsos distintas (como parece ser quiere mi esposa), siempre podemos tomarnos un tiempo para contarlas. Lograr "mucho dinero", tener "muchas visitas", o recolectar un "montón de bolsos" no son objetivos medibles.
Un objetivo debe estar Orientado a la Acción
No podemos tener un objetivo que no requiera ninguna acción de nuestra parte; tenemos que levantar el culo del asiento y hacer algo. Cualquier objetivo que no requiera acción nuestra es tan solo un deseo; buena suerte con los deseos, a menos que tu nombre sea Merlin o Cenicienta...
Un objetivo debe ser Realista
Si sos una mujer china que pesa 40 kilos, entonces diría que en principio es irrealista ponerse una meta de jugar para el equipo de basquet de la NBA. Por otro lado, cuando encontremos eso realista que queremos, apuntemos bien, bien alto. No, más arriba todavía. Seee, por ahí va bien.
Un objetivo debe estar Acotado en el tiempo
Los objetivos necesitan fechas de finalización, al igual que los políticas necesitan cámaras de televisión. Si nos establecemos un objetivo sin fecha de fin, vamos a terminar 5 años más tarde viendo que todavía no pudimos lograr nada, porque siempre ocurrió algo urgente para atender.
Los objetivos SMARTER
Hasta aquí vimos las 5 características SMART de un objetivo. Vamos entonces a agregar dos conceptos más: Ecológico y Recompensa.
Un objetivo debe ser Ecológico
No estoy hablando de detener a los cazadores de esos lindos bebé-focas, ni a los balleneros que arponean a los simpáticas ballenas. En cambio, me refiero a que tenemos que tener en cuenta cualquier efecto potencialmente negativo que genere nuestro objetivo en nosotros mismos y en aquellos cercanos. Si nuestro objetivo es ser el primer hombre en ganarle a un oso gigante en una lucha mano a mano, podría ser buena idea analizar las probabilidades, preguntarle a nuestra familia qué opina al respecto y, de paso, verificar nuestro seguro de vida. No estoy diciendo que no lo hagan, pero seamos conscientes de lo que podría ocurrir tanto si fallamos como si tenemos éxito. Todas nuestras acciones repercuten en nosotros y en nuestro entorno; nuestros objetivos, y lo que hagamos para lograrlos, también.
Un objetivo debe tener una Recompensa
Esta es una de las cosas más importantes al establecer metas, y la que suele dejarse de lado. Esto es lo que nos va a hacer levantar a las 5 am cuando está nevando y la cama está calentita. Es lo que va a hacer que dejemos de comer esa porción extra de torta, o tomemos una cerveza menos. La recompensa es la que siempre debemos recordar, para que sepamos porqué estamos recorriendo ese camino. Al recordar la recompensa contínuamente vamos a incrementar nuestras probabilidades de éxito de forma exponencial.
¿Cuál es tu recompensa real?
Entonces, ¿qué es lo que realmente querés? ¿Qué vas a ver, escuchar o sentir cuando logrés el objetivo? Podemos tener como meta ganar un millón de dólares, pero ¿cuál es la verdadera recompensa detrás de eso? El dinero es inútil por si solo; ¿que es lo que REALMENTE te consigue?.
Veamos más allá de lo obvio, preguntémosnos qué es lo que logramos con eso, y sigamos preguntando hasta que no podamos avanzar más. Allí está nuestra recompensa real, esto es lo que tenemos que escribir en notas adhesivas y pegarlas en nuestra casa, oficina e incluso en nosotros mismos. Y a partir de ahí, empezar a avanzar sin detenernos hacia nuestra meta.