El único motivo por el que realmente hacemos las cosas es la motivación. Puede ser nuestro trabajo, nuestro hobbie, nuestras relaciones o incluso tareas comunes, pero de una manera u otra la motivación nos lleva a hacer las cosas.
En este artículo vamos a descubrir de dónde proviene esta motivación, y cómo podemos desarrollarla internamente.
Dos tipos de motivación
Hay sólo dos tipos de motivación. Las podemos etiquetar como querramos, pero un tipo de motivación es la positiva, y el otro tipo es la negativa. Aprendí a pensar sobre ellas de una manera incluso más básica: dolor y placer. TODO lo que hacemos, pensamos y creemos tiene algún tipo de fundamento en el dolor y el placer.
Por supuesto, cada persona tiene una visión completamente distinta de lo que es el dolor y el placer. Pero existen los mismos factores que nos dirigen y motivan, basados en lo que pensamos podemos obtener de las situaciones. La mayoría de las asociaciones con el dolor y el placer están ocultas en nuestro subconsciente y, desafortunadamente, la mayoría de las personas nunca las descubre. En cambio, van por la vida como en piloto automático.
A pesar de esto, es facil aprender a cambiar el dolor y el placer asociado de manera que resulte en nuestro favor, y prestar más atención a aquellas cosas que querramos cambiar. Entonces, ¿cómo hacemos esto? Explorando...
Toda la motivación es interna
Como este dolor y placer asociado es único para cada persona basado en perspectivas individuales, estos factores provienen de nuestro interior. Por supuesto que también existen estímulos externos y cosas a las que reaccionamos, pero en última instancia, la motivación que nos lleva a hacer algo se origina dentro nuestro.
Siempre tenemos una elección. Una elección sobre cómo reaccionar tanto emocional como físicamente. Podemos acobardarnos ante cosas nuevas, o entusiasmarnos por aprender algo nuevo. Esta elección es de donde proviene la mayor motivación de las personas. No son los factores externos, premios, recompensas o castigos lo que nos motiva. En cambio, es la decisión que tomamos como respueta a estos factores lo que determina si estamos motivados para proceder.
En general, si creemos que hay más placer que dolor al hacer algo, es facil mantenernos motivados. De la misma manera, si hay más dolor asociado con la tarea que placer, entonces no vamos a estar motivados a seguir, e intaremos evitar la situación.
Re-encuadrar las asociaciones
Para cambiar la motivación y dirigirla para nuestro beneficio, puede resultar útil aprender a re-encuadrar las asociaciones.
Por ejemplo, si no podés encontrar motivación para hacer ejercicios, seguramente creaste las siguientes asociaciones negativas:
- Los ejercicios nunca funcionaron para mi.
- Hacer ejercicios en un gimnasio me hace verme peor al compararme con otros.
- No tengo tiempo para hacer ejercicios, por lo que no haría una diferencia de todas maneras.
- Me divierto mucho más relajándome y haciendo lo que quiero, en vez de hacer ejercicios.
La idea es re-encuadrar estas asociaciones, para convertirlas en motivación positiva.
Paso 1: Reemplazar el dolor con el placer
Las primeras tres asociaciones son de dolor, y la última es de placer, pero desafortunadamente está asociada con NO hacer ejercicio. Como vemos, hay muchas más asociaciones de dolor con el ejercicio que de placer. Si alguien piensa de esta manera, le resultaría imposible estar motivado. Lo que se necesita hacer es re-encuadrar la situación, para ver el valor de hacer ejercicio y ver más placer en hacerlo. Por ejemplo:
- Si el ejercicio funciona para otra, también va a funcionar para mi.
- Al estar en el gimnasio puede ver a otros que tuvieron éxito, me puedo inspirar y saber a dónde llegar.
- Cada vez que hago ejercicio me ayuda a sentirme mejor y mantenerme sano, sin importar qué tan poco tiempo lo haga.
- Hay algunas actividades divertidas y ejercicios que no sólo me ayudan con la salud, sino que también me hacen sentir bien.
Paso 2: agregar algo de dolor
Como vemos, las asociaciones de dolor las dimos vuelta para convertirlas en puntos de placer. Para algunas personas esto puede resultar suficiente, pero no es siempre el caso. Podemos mejorar al agregar algunas asociaciones de dolor, pero esta vez en nuestro favor. Pensemos en todo el dolor que experimentaremos si NO hacemos ejercicio. Por ejemplo:
- Voy a engordar y no me voy a sentir cómodo con mi cuerpo si no ejercito.
- No voy a vivir tanto ni tan activamente en el futuro si no me hago el hábito de ejercitar hoy.
- Voy a ser un mal ejemplo si no puedo mantenerme en forma haciendo ejercicios.
Podemos llevar esto tan lejos como querramos (o necesitemos) pra mantenernos motivados. Mientas más fuerte sea el dolor que querramos evitar, y más el placer obtenido de la situación, más facil va a ser motivarnos y tomar acción. Recordate estas asociaciones constantemente, y andá agregando nuevas a medida que experimentes más!
Salir de la zona de comfort si fuera necesario
El problema más comun con la motivación para hacer cosas nuevas es el miedo al cambio. Es normal que tendamos a sentirnos cómodos con las cosas "tal como son", y dejemos de buscar maneras de desafiarnos a nosotros mismos.
Realmente tenemos una oportunidad para cambiar esto y volver a tomar el control de nuestras vidas. Sin embargo, se necesita auto-motivación. Espero que estas técnicas te sirvan para motivarte mucho más, y lograr asumir el control de tu propia motivación.
El último (¿o primer?) paso es usar esta motivación para salir de nuestra zona de comfort en la vida. Es un paso necesario para lograr experiencias ricas, hacer cosas geniales, y lograr finalmente dirigir nuestra vida hacia donde queremos.
Basado en How to find and develop your own internal motivation.