La existencia de Scrum comenzó como un nuevo enfoque Ágil para construir software. Hoy en día se lo considera un enfoque que puede ayudar a mejorar el mundo del trabajo en un sentido más general, y también cambiar la forma en que las personas piensan e interactúan en situaciones laborales. Todavía queda descubrir el potencial completo de Scrum.
En resumen, Scrum es un enfoque simple para la gestión de problemas complejos, brinda un marco para apoyar la innovación y permitir que equipos auto-organizados puedan entregar resultados de alta calidad en intervalos cortos de tiempo. Scrum es un estado mental; es una forma de pensar que libera el espíritu creativo y a la vez nos mantiene firmemente seguros en principios teóricos muy respetados: Scrum es empírico, emergente y auto-organizado.
Empírico: se refiere al proceso continuo de inspección/adaptación que permite que tanto trabajadores como gerentes puedan tomar decisiones en tiempo real, basándose en datos actuales, y como consecuencia respondan rápido a las condiciones siempre cambiantes del entorno (en particular, el mercado en donde se venderá o distribuirá el software).
Emergente: resulta del enfoque empírico. Significa que todas las soluciones a todos los problemas serán claras a medida que trabajamos. No las tendremos en claro si sólo hablamos de las soluciones. El Gran Diseño Completo resultará en un Gran Diseño Equivocado, o en el mejor de los casos en un Gran Diseño Funcional Y Totalmente Inflexible. Cuando permitimos que las soluciones emerjan, siempre saldrán a la superficie las soluciones más simples y más apropiadas para el contexto actual. El enfoque emergente junto al empírico nos guían a la solución más apropiada y más flexible.
Auto-organización: se refiere a la estructura de los equipos que crean productos. A equipos pequeños y multi-disciplinarios se les da la autoridad de tomar decisiones importantes y necesarias para 1) crear productos de alta calidad, y 2) gestionar sus propios procesos. La idea aquí es que quienes hacen el trabajo saben mejor que nadie cómo hacer su trabajo. Estos equipos trabajan de una forma muy interactiva y generativa, haciendo que el producto emerja con diálogo continuo, exploración e iteración. La auto-organización funciona cuando hay objetivos claros y límites claros.
Además de estos principios, Scrum utiliza otros dos mecanismos clave: priorización y cajas de tiempo.
Priorización: significa que algunas cosas son más importantes que otras. Esto es obvio, y sin embargo se suele olvidar rápidamente cuando entra en juego la cultura "necesitamos arreglarlo ahora". Scrum ayuda a poner el foco en seleccionar las cosas más importantes para hacer primero - y después hacerlas! Para el éxito de Scrum es esencial tomarse el tiempo para priorizar y ser rigurosos sobre esto.
Cajas de tiempo: es el mecanismo para gestionar la complejidad. No podemos solucionar todo el sistema ahora, así que tomamos un problema pequeño en un período pequeño de tiempo (digamos una semana o un mes), y vemos como resolver ese problema. El resultado nos guiará hacia la próxima solución para el siguiente problema, más grande, y nos dará feedback sobre las necesidades del sistema en su totalidad.
Un cambio organizacional
Con Scrum, la jerarquía de gestión de las organizaciones tiende a achatarse, y los equipos de desarrollo tienen contacto más directo e inmediato con los clientes. El entorno de trabajo se aleja del comando-y-control, y se vuelve colaborativo. Se fomenta el diálogo frecuente y abierto por sobre la documentación extensiva, y se prefieren los acuerdos negociados por sobre los contratos formales e impersonales de trabajo.
Se fomentan los valores de honestidad, transparencia y coraje en todos los niveles, la ganancia individual se vuelve secundaria por sobre el avance colectivo. Un entorno de Scrum es colaborativo, en donde las personas en todos los niveles muestran respeto y confianza entre si. Las decisiones se toman por consenso, en vez de impuestas desde arriba, y se comparte todo el conocimiento sin miedos y de forma transparente.
Scrum va contra la corriente para la mayoría de las empresas en la industria del software, en donde durante más de 30 años la norma ha sido un enfoque por fases acoplado a un alto nivel de micro-gestión, junto a la insistencia en un proceso definido y documentación extensiva. Muchas empresas dependen del miedo o del dinero como motivadores clave para sus trabajadores. Este enfoque tiene éxito a corto plazo, pero más y más empresas están empezando a entender que esto no es una buena estrategia a largo plazo. Sin embargo, el concepto de cambiar a algo tan radical como Scrum genera terror en muchos ejecutivos y gerentes de nivel medio.
Scrum todavía está en sus primeras fases de adopción. Llevará muchos años para que la mayoría de las empresas reconozca los beneficios de crear ambientes de trabajo con más confianza y compasión. Sin este cambio, muchas organizaciones de software seguramente se hundirán bajo el propio peso de sus procesos pesados y sobre-carga de trabajo. Otras - aquellas que se animen a adoptar un enfoque más ágil, liviano como Scrum - tienen más oportunidades de sobrevivir y prosperar. Para aquellas empresas que implementan Scrum y lo adoptan por completo, se vuelve impensable volver a la antigua forma de trabajo. Está ocurriendo un cambio de paradigma en el ámbito laboral, y Scrum es una parte importante de este cambio.