Quiero intentar explicar aquí que en la práctica no existe una idea matadora para todos los problemas, y si podemos evidenciar que la incertidumbre nuestra de cada día, es clave para nuestra evolución y aprendizaje incluso si esto ocurre en pequeños pasos.
Es interesante tener en cuenta que este simple concepto está por detrás de la agilidad, pero a veces no lo comprendemos o simplemente lo olvidamos; tal vez eso ocurre debido al hecho de que ese concepto misterioso va mucho más allá del ámbito de ágil como metodología, pues se trata de una forma de mirar y tratar los tormentos comunes de la visión dialéctica y la inconstancia de la propia naturaleza humana.
Ignorar ese pensamiento es extremadamente perjudicial para la propia esencia de la agilidad, pero si pensamos bien, ignorar esta omnipresencia da incertidumbre y es perjudicial para cualquier área de nuestra vida. Yo diría entonces que esa negligencia los beneficios de la incertidumbre reside en nuestras convicciones (sea ella cual fuera), entonces apoyo mi razonamiento en un antiguo pensamiento de Nietzsche que dice que "Las convicciones son cárceles", o sea, trayendo al mundo de las organizaciones, podemos resumir que creer ampliamente en el congelamiento de una idea o una forma de trabajo, reduce las oportunidades de mejora real y de grandes evoluciones, por exactamente bloquear el acceso de nuestra mente a nuevas ideas.
Esa oda a la incertidumbre natural de nuestra vida está fuertemente estimulada por las ideas relacionadas con ágil, incluso con una fuerte sustentación en el pensamiento Lean (oriundo de TPS - Sistema de producción Toyota). Por lo tanto, creo que asumir esa incertidumbre es muy importante para que el tan famoso sentido de "inspección y adaptación" sea bien éxitoso, para garantizar una mejora continua eficiente y eficaz en los diversos tipos de modelos de organización.
En la práctica el concepto de "inspección y adaptación" también se observa en el aprendizaje acerca de los alcances (lo que será desarrollado), bien como, esa incertidumbre guiará el aprendizaje de mejores formas (procesos) para desarrollar ese alcance a través de pequeños ciclos, principalmente por el hecho de que así mitigaremos la incertidumbre con relación al tamaño, la complejidad y los riesgos relacionados a ese alcance.
Evidenciar y asumir esa incertidumbre va perfectamente al encuentro de nuestra naturaleza como seres inexactos e inconstantes, por lo tanto, es muy complicado (quizá imposible) intentar congelar o tratar de hacer inmutable un proceso de trabajo basado en una idea, y esto es aún más agravado todavía cuando el deseo que los resultados generados por este proceso sean exactos, repetibles, predecibles y observables (como se señala en el famoso efecto Hawthorne).
Lamentablemente como se mencionó anteriormente, incluso en los métodos ágiles corremos el riesgo de tratar de congelar las formas de trabajo, cuando erroneamente vemos que esas formas de trabajo servirán para todos los casos o resolverán cualquier tipo de problema, eso ocurre principalmente cuando se observan sólo para el lado del "proceso " de la agilidad y olvidamos los cambios culturales (y filosóficos) que la agilidad necesita.
Por último espero que quede claro que no intento con este texto generar un manifiesto contra los procesos, ni mucho menos, apenas estoy mostrando que "revisar y adaptar" consiste en permitir el acompañamiento del cambio de las ideas dentro de algún proceso, elemento que puede ser oriundo del aprendizaje de los errores y aciertos acerca de una idea en un determinado contexto, de esa forma cualquiera que el proceso (siendo Ágil o no), siempre es saludable que sea apoyado en la posibilidad real de acompañar esas variaciones, tornando posible que el propio proceso (idea) esté vivo y evolucione.