La multi-tarea se suele ver como una habilidad valiosa, y sin embargo la multi-tarea es una muy, muy mala idea. ¿Por qué? Porque hace que cada tarea tome más tiempo del necesario para terminarse. Uno de las causas más obvias (pero no la peor) de estas demoras es el tiempo que se lleva cambiar de tareas.
Vamos a ver un ejercicio práctico, simple y concreto que todos podemos hacer para comprobar este hecho. ¡Los invito a tomarse tan sólo 2 minutos y llevar a cabo el experimento! Sólo necesitan lapiz y papel.
El experimento
Tomen una hoja de papel en blanco, y dibujen 3 columnas iguales.
Vamos a llevar a cabo 3 proyectos, uno para cada columna. Primero los haremos con multi-tarea, luego no.
Los 3 proyectos son:
- Escribir las letras de la A a la J en la primera columna.
- Escribir los números del 1 al 10 en la segunda columna.
- Escribir los números romanos del I al X en la tercera columna.
El resultado final sería algo como esto:
A | 1 | I |
B | 2 | II |
C | 3 | III |
D | 4 | IV |
... | ... | ... |
Comencemos con el escenario multi-tarea. Escribimos en las 3 columnas, avanzando por filas a lo largo de la página. Empezamos con A, luego 1, luego I, pasamos a la siguiente fila (B, 2, II) y seguimos así hasta terminar los 3 proyectos.
Ahora vamos con el escenario sin multi-tarea. Escribimos primero todas las letras A-J de la primer columna; luego escribimos los números 1-10 de la segunda, y por último I-X de la tercer columna.
Prueben el ejercicio (¡sólo lleva 1 ó 2 minutos!) y oberven el tiempo que ahorran al no hacer multi-tarea. Ni siquiera necesitan medir los escenarios: ¡van a sentir la diferencia de no tener que cambiar de proyecto!