Muchos piensan que las computadoras se inventaron cerca de la Segunda Guerra Mundial, por Alan Turing o por Konrad Zuse (dependiendo si se le preguntaba a Turing o a Zuse). Sin embargo, el verdadero invento fue mucho antes.

Corría el año 1833. Charles Babbage era un hombre que odiaba los errores (entre otras tantas cosas). De hecho, los errores y las desprolijidades de los matemáticos le molestaron tanto que decidió construir una máquina ridiculamente compleja para que los idiotas dejaran de errar en las cuentas. ¿Quién era Charles Babbage?

 Las máquinas (nunca terminadas) de Babbage

Charles Babbage

Charles Babbage nació el 26 de diciembre de 1791 en Londres. Gracias al dinero de su padre pudo educarse en distintas escuelas y con varios tutores. Durante su vida fue un matemático, filósofo, inventor e ingeniero mecánico. Pero más importante que todo esto es que creó el concepto de las computadoras programables, en una época que no existía nada parecido a la electrónica. Si, estamos hablando de computadoras completamente mecánicas.

La Máquina Diferencial

máquina completa de Charles Babbage

En la época de Babbage existían los "computadores". Pero no se imagen nada parecido a estas cosas modernas de hoy en día. No, en aquella época los computadores eran personas (si, si, de carne y hueso, de esas que están en la calle) que se encargaban de resolver cálculos numéricos para distintas actividades. Y como todo humano, cometían errores al hacer estos cálculos manuales. Babbage buscó un método para calcular de forma mecánica distintas tablas matemáticas, quitando así el error humano.

Así, en el año 1822 Babbage propuso la idea de construir una calculadora mecánica para tabular funciones polinómicas. El gobierno Británico, y especialmente aquellos que no se quedaron dormidos durante la seguramente aburrida explicación de esta idea, le dieron el dinero para hacer el trabajo y se olvidaron del asunto.

Esta primera máquina consistía en alrededor de 25.000 partes, pesaba unos 13.600 kilos y tenía 2.4 metros de altura. Sin embargo, todo esto eran modelos y teoría... 10 años más tarde el gobierno se darían cuenta que Babbage nunca iba a terminar de construir su máquina, principalmente porque era una persona insufrible que terminaba despidiendo a todos los que intentaban ayudarlo.

La Máquina Analítica

Además, para esa época Charles ya había abandonado su idea original para perseguir algo más grande. Y es que un día se levantó, miró a su gigantesca calculadora polinómica (o a lo que tendría construido al momento, porque la máquina nunca se terminó) y se dijo: "¿Qué sería mejor que una máquina para funciones polinómicas? ¡Una máquina en la que se puedan resolver cualquier tipo de matemáticas!" . Y así es que concibió a la Máquina Analítica.

En realidad, la Máquina Analítica no es una única máquina física, sino más bien una serie de diseños en los cuales Babbage estuvo trabajando hasta su muerte en 1871. Si, Babbage tampoco terminó a la Máquina Analítica. Sin embargo, el concepto de esta máquina era sorprendente.

La diferencia con la máquina anterior es que a la Máquina Analítica se la programaba con el uso de tarjetas perforadas. Se podían poner programas en estas tarjetas de forma que las personas sólo tenían que crear el programa inicial, y luego se ubicaban en la máquina para que se ejecutaran. La maquina estaba pensada para emplear muchas características que luego se usaron en computadoras modernas, como ser el control secuencial, ramificación y ciclos, y hubiera sido la primera máquina en ser un sistema de Turing Completo. Y recordemos, toda esta máquina era completamente mecánica.

Ada Lovelace, la primera programadora de la historia

Pero en esa época había muchas otras personas soprendentes. Entre ellas estaba Ada Lovelace, una mujer matemática que logró comprender las ideas de Babbage y creó un programa para su (inexistente) Máquina Analítica. Este programa hubiera podido calcular los números de Bernoulli. Debido a este trabajo, se considera a Ada Lovelace como el primer programador de computadoras de la historia.

Modelos completos

La vagancia (o inconstancia) de Charles hizo que sus creaciones recién se concretaran en el año 1991. Cerca del bicentenario del nacimiento de Babbage, el Museo de Ciencia de Londres construyó con éxito la máquina "Máquina Diferencial número 2", basandose en los diseños del matemático. Charles Babbage puede haber sido un excéntrico y distraido, pero sabía lo que hacía: su máquina funcionó a la perfección.

Babbage, un excéntrico

Charles Babbage fue un excéntrico, un genio un poquito loco y refunfuñón con muchas anécdotas simpáticas. Entre ellas, se sabe que a Babbage le molestaba mucho la "gentuza del pueblo", especialmente los músicos callejeros (y particularmente los organilleros). De hecho, de esto trata su publicación "Observaciones sobre las molestias callejeras" de 1864, un ensayo donde cuenta 165 "molestias" que sufre durante el transcurso de 80 días.

Tampoco parecía tener una buena relación con la poesía. Babbage se contactó por carta con el poeta Alfred Tennyson, en respuesta a su poema "La visión del pecado" ("The vision of sin"). Babbage le escribió: "En su por lo demás hermoso poema, hay un verso que dice,

En todo momento muere un hombre,
En todo momento nace un hombre.

... si esto fuera cierto, la población del mundo sería fija. En verdad, la tasa de nacimientos es levemente superior a la de muertes. Le sugiero que en la próxima versión de su poema diga: 

En todo momento muere un hombre,
En todo momento nace 1 1/16 de hombre.

Hablando estríctamente, el número real es tan largo que no entraría en una línea, pero creo que el número 1 1/16 es lo suficientemente preciso para la poesía".

Su frase célebre

Evidentemente Charles Babbage fue un personaje que sentó las bases para las computadoras modernas. Y además, nos dejó una de las frases más célebres en nuestro ámbito, que sigue aplicando hoy en día a mucha situaciones.

En dos ocasiones me preguntaron - "Disculpe, Sr. Babbage, si pongo números incorrectos en la máquina, ¿van a salir las respuestas correctas?"... No puedo terminar de comprender el tipo de confusión de ideas que podrían provocar esta pregunta".

Inspiración.

"Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana cada uno. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos las ideas, entonces ambos tendremos dos ideas"

Bernard Shaw