En los artículos anteriores vimos que tomar decisiones sin intención es muy perjudical para los equipos, y para solucionar esto planteamos utilizar el Protocolo de Decisión, una práctica para tomar decisiones basándose en el consenso unánime. Pero las personas son libres para votar y defender sus ideales, por lo cual es posible que no logre generarse el consenso unánime buscado en una primera instancia.
En este artículo final de la serie exploraremos el Protocolo de Resolución, una práctica que se puede utilizar en distintos escenarios cuando las pesonas no pueden llegar a un acuerdo unánime sobre algún tema. La idea será olvidar todos los rencores y diferencias, y sólo centrarnos exclusivamente en lo que haría cambiar de parecer a los disidentes.
El protocolo de resolución
El protocolo de Resolución se puede utilizar cuando, usando el protocolo de Decisión, aparece un pequeño porcentaje de miembros votan por "no" a una propuesta. En este caso, hay que preguntarle a cada disidente:
¿Qué es lo que realmente necesita para apoyar la propuesta?
No hay ninguna otra pregunta ni tema de interés inmediato.
El protocolo de Resolución es muy efectivo. Está diseñado para ayudar a un disidente en el protocolo de Decisión, de forma que pueda ver y explicar claramente lo que necesita para apoyar la propuesta. Se encarga de unir al proponente y a cualquier disidente (de a uno, en secuencia) en una discusión estructurada que generará apoyo para la propuesta de parte del disidente, o se abortará la propuesta directamente. El protocolo de Resolución no utiliza negociaciones sofisticadas o prolongadas. En cambio, su visibilidad y estructura le permite al disidente satisfacer de forma efectiva sus necesidades, basándose en una mejor comprensión de sus motivos.
Reglas
Cuando una votación usando el protocolo de Decisión genera una pequeña cantidad de disidentes, el proponente lleva inmediatamente al equipo a lidiar con los disidentes, de una manera estructurada. El objetivo del proponente es concreto y directo por su propuesta: hacer que los disidentes apoyen la propuesta al menor costo.
- El proponente le pide a cada disidente que exprese sus requerimientos para unirse al resto del equipo en el apoyo a la propuesta: "¿Qué haría que apoyes la propuesta?".
- El disidente tiene sólo dos posibles respuestas:
- Puede decir en cualquier momento después del voto, pero no más tarde que cuando se le hace la pregunta anterior, que "de ninguna manera" va a cambiar su voto a "si" o "lo apoyo". Esta declaración simple significa que la propuesta muere oficialmente, y se termina el protocolo de Decisión y Resolución.
- El disidente puede explicar, en una sola oración corta y declarativa, lo que se necesita exactamente para que él apoye la propuesta. De esta manera, expresa sus necesidades para ver que la propuesta sea aceptada y transformada en realidad. Si se le da lo que necesita, el disidente promete levantar toda su resistencia a la propuesta y brindar a cambio apoyo y asistencia. - En la medida de lo posible, el proponente hace una oferta al disidente. Hay dos métodos para incorporar cambios a la propuesta original, y la vez resolver cualquier perturbación a quienes ya apoyan la propuesta original:
- Si a criterio del proponente las adaptaciones para la propuesta que necesita el disidente son menores, el proponente puede usar una verificación informal simple: mirá rápidamente a los no-disidentes para comprobar si están todos de acuerdo con el cambio. Cualquier que esté en oposición a la nueva propuesta, o que requiera que se haga una nueva votación, debe expresarlo durante este intervalo.
- Si los cambios requeridos son más complejos, el proponente debe crear una nueva propuesta que cumpla con los requerimientos del disidente. El equipo revisa la propuesta y realiza una nueva votación, comenzando así un nuevo ciclo del Protocolo de Decisión. - Los votantes por "Si" y por "Lo apoyo" no pueden hablar durante la Resolución. No tienen quejas a la propuesta (por eso votaron como lo hicieron), y su escucha agrega calidad a la resolución.
- Si un disidente cambia su voto de "no" a "si" o "lo apoyo", entonces se aprueba la propuesta; el equipo es responsable por llevar adelante la propuesta. No se necesita más comunicación para lograr el consenso unánime y fuerte.
Los compromisos de la Resolución
- El disidente se compromete a responder a la pregunta "¿Qué haría que apoyes la propuesta?", dando una modificación accionable a la propuesta, o declarando un estado de "no absoluto". Por ejemplo, está fuera de tema explicar porqué al disidente no le gusta la propuesta.
- El proponente se compromete a preguntar a los disidentes qué les haría cambiar su voto, de a uno por vez. Esto es todo lo que puede preguntar el proponente.
- El proponente se compromete a reformular la propuesta como sea necesario.
- Los votantes por "si" o por "lo apoyo" se compromente al silencio absoluto durante la Resolución.
- Todos los miembros del equipo se comprometen a seguir con precisión el protocolo de Resolución.
Resultados
El protocolo de Resolución lleva a los siguientes resultados:
- Crea una toma de decisiones eficiente.
- Distribuye el compromiso.
- Expone la resistencia.
- Identifica los elementos cruciales que bloquean al éxito.
- Facilita la expresión concreta de la intención unida del grupo.
Conclusión
Como vimos en esta serie, el verdadero trabajo de un líder es asegurarse que el equipo reconozca su propio poder, avance para lograr resultados, y asuma responsabilidad por sus decisiones. Tomar decisiones es la actividad más importante que hace un equipo, y de la que depende el resultado del producto de software que genere. Sólo al tomar las mejoras decisiones el equipo podrá crear el mejor producto posible.
El Protocolo de Decisión y Resolución se usan en conjunto para facilitar la toma de decsiones, haciendo de este evento cotidiano una actividad con intención y enfoque. El equipo toma consciencia de las decisiones que hace, de su importancia y del poder que les genera el ejercer esta libertad.